La historia del ahumador de abejas
- Por: ApiConociendo.
El ahumador es una herramienta indispensable para la apicultura. Nos ayuda a controlar y manejar las abejas durante la revisión y mantenimiento de las colmenas. Ayuda a calmar a las abejas durante la recolección de miel y las inspecciones.
Sigue leyendo para descubrir la historia del ahumador de abejas y cómo han evolucionado a lo largo de los años.
¿Cuándo comenzó el uso del ahumador?
Aunque las patentes de diseño de ahumadores de abejas comenzaron a aparecer en la década de 1800, la práctica de ahumar a las abejas comenzó mucho antes. El año exacto en que comenzó a usarse el ahumador de abejas es desconocido, pero hay evidencia de que se practicaba siglos antes del inicio de la apicultura moderna.
¿Quién invento el ahumador?
Según se describe en el libro “Quinby's new bee-keeping. The mysteries of bee-keeping explained.”, en 1873, Moses Quinby (1810-1875), un apicultor estadounidense, centró sus esfuerzos en crear un dispositivo de humo para calmar y controlar a las abejas, Así fue como inventó una campana con boquilla y tubo vertical con fuelle. que se convirtió en el famoso “ahumador de fuelle o ahumador de abejas” en esa época apodado como “quinby smoker o ahumador de Campana Quinby”.
Aunque se le atribuye la invención a Quinby, su nombre no aparece en los registros de patentes. Ya que él les tenía rechazo a las patentes, decidió proporcionar libremente esta valiosa ayuda a los apicultores, sin ninguna de las restricciones que habrían protegido contra la piratería o que lo habrían hecho rentable económicamente, se lo regalo a la comunidad sin ningún beneficio a cambio.
Dato: “Un dispositivo similar había sido utilizado previamente en Europa, sin duda Quinby no estaba al tanto de este hecho. Aparte de que él fue la persona que lo llevó a la atención de los apicultores y lo perfeccionó.”
En 1874 el mismo fue mejorado en algunos detalles mecánicos y se ofrecido al público. Rápidamente el uso del ahumador fue aceptado y adoptado por la comunidad apícola volviéndose muy popular gracias a su extraordinaria utilidad en aquel entonces hasta inclusive en la actualidad.
Luego de su invención se fabricaron varios ahumadores de fuelles, que diferían en algunos detalles menores de construcción, pero están basados en el mismo principio esencial, casi todos han adoptado el fuelle y el tubo vertical, con una boquilla.
Mejoras del ahumador de abejas
El primer ahumador de abejas tenía sus limitaciones. Era necesario que el fuego ardiera constantemente para que el humo estuviera disponible. Mantener las llamas encendidas significaba que el humo salía continuamente, incluso cuando no era necesario.
Basado en lo aportado en el libro “Bee-Keeoer's Guide” (La guía del apicultor), por A.J. COOK, publicado en 1902, afirma que Tracy. F. Bingham (apicultor, inventor y fabricante) fue el primero en mejorar el viejo ahumador Quinby al establecer un flujo de aire directo. En lugar de un tubo de conexión sólido entre el fuelle y la caja de fuego, el nuevo diseño dejaba un pequeño espacio entre los dos. Bingham emitió una patente en 1878, clasificada curiosamente como "Dispositivo para la destrucción de insectos por fumigación". En ese momento, no existía una clasificación para las herramientas de equipos de apicultura, por lo que esta era la opción más cercana.
Mas tarde en 1893 lo mejoro añadiendo una rejilla de protección contras las quemaduras en el tubo del ahumador.
Bingham también recibió una patente estadounidense en 1903, abordando las manchas de alquitrán que corrían por el exterior del ahumador. Se comercializó como un "ahumador autolimpiante". El nuevo diseño no solo se trataba de la apariencia. Detuvo la creosota y las cenizas de soplar sobre el panal blanco de miel, haciendo un desastre que era difícil de limpiar.
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El ahumador en la actualidad
En la actualidad el ahumador de fuelle sigue siendo ampliamente utilizado por los apicultores en todo el mundo y es considerado como una herramienta esencial en la apicultura debido a su eficacia y simplicidad. Desde la mejora del flujo de aire en 1878, ha habido muy pocas variaciones en el diseño básico del ahumador.
Últimamente también se está empezando a ver algunos ahumadores eléctricos pero que todavía no han tenido un gran efecto o cambio significativo. En los cuales destaca el ahumador con turbina que remplaza el fuelle tradicional por un mango a pilas que explusa aire.
Entre otras variantes o avances también se puede destacar la mejora Daniel Stearns con su ahumador eléctrico patentado en el 2009 (patente: US8353126B2), en el que destaca el adherido de un elemento calefactor resistivo para generar el humo y un mecanismo de flujo de aire alimentado por batería para dirigir el humo hacia las abejas. Descrito en la presentación de la patente, este diseño tiene un banco de baterías en el mango del ahumador, que lo suministra.
Entre sus principales ventajas tenemos que este diseño elimina el proceso de encender un fuego y mantenerlo ardiendo durante toda la sesión de trabajo con las abejas. Reduciendo el peligro de mantener un fuego encendido. Cuando el usuario activa un interruptor, se enciende el ventilador y el calentador resistivo para generar el humo.
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